Volvimos a bailar entre flores de cristal cubiertas de purpurina dorada, a flotar entre nubes de algodón de azúcar rosado, a nadar en los lagos de sirenas plateadas y peces de colores nunca antes vistos, a rondar por pasillos rociados de pintura púrpura y a navegar por aquellos sectores donde solo existe fantasía.
Estás vos, estoy yo...al igual que en aquel invierno caluroso donde nos juramos amor eterno y por la obviedad de nuestro alrededor terminamos en sitios opuestos.
Pero ahora, como en aquellos tiempos, nuestras oscuras pupilas se encuentran tan fácilmente... y se transmiten esa feroz energía que nos hace revivir lo que creíamos muerto.
Nuestras pieles hechas de imanes plateados se atraen poderosamente y las papilas gustativas reconocen aquel sabor único e irresistible. Mientras nos saboreamos entre pétalos de rosas, tu esencia y la mía se funden juntas para jamás volver a separarse. Y mis brazos se enredan en tu cuerpo jurando nunca más volver a soltarlo.
¿Será porque nuestros cuerpos están ya cansados de estar en soledad?
¿Será porque nuestros corazones están empezando a latir con el mismo ritmo?
¿Será porque nuestras almas encontraron a su gemelo perdido?
¿Será porque nuestros mundos volvieron a estar juntos en el mismo universo?
¿ O simplemente será porque sabemos que nuestro destino dictado por las inmensas estrellas es estar juntos hasta la eternidad?