Sedientas de pasión.
Se encuentran en una habitación
Que emana poderosamente calor.
Las almas se miran lanzándose fuego,
Deseándose profundamente segundo a segundo.
Las almas se tocan tallando figuras de cristal en sus cuerpos.
Tiemblan...pero no existe frío
Respiran agitadamente…y no están cansados.
Sudan… pero no de calor.
El miedo recorre cada centímetro de sus cuerpos
Pero el amor se apodera de ellos bestialmente.
Nada ni nadie va a detener a aquellos inocentes.
Que ya dejaron de ser dos,
Las almas se han unido a cercén.